En los anteriores episodios hablamos de método Stanislavsky, el método Meissner y Lee Strasberg. Ahora veremos la técnica de Mijaíl Chéjov.
Mijaíl era sobrino del famoso escritor Antón Chéjov y discípulo de Stanislavsky al punto de considerarlo uno de sus mejores alumnos, pero Chéjov tenía otra visión acerca del teatro lo que genero una ruptura con su mentor. Lo que si compartían ambos era, encontrar un método de actuación que profesionalizara al actor y su gran diferencia era que Chéjov buscaba también un estilo con el cual el actor se sintiera más conectado con el público, y plantea unas ideas bastante interesantes.
Su teatro ideal consistía en unir la verdad interior y la profundidad emocional, un poco romántico Chéjov, su idea es una de las que no se puso mucho en practica durante mucho tiempo pero avanzado los años se ha ido reencontrando por sus ideas modernas. Muy bien en esta técnica la imaginación es vital a diferencia de su maestro que requería que fueras hacia tu memoria emocional para generar la emoción, Chéjov proponía que tu debías imaginar la situación para así llegar a la emoción a partir de lo que imaginaste, no compararlo con cualquier otro evento de tu vida; debe ser único para la emoción del momento.
Tampoco la caracteriza la racionalización como el la técnica de Lee Strasberg, si no con la imaginación y conexión física y mental, el conectar tu cerebro con tu mundo interno. Otra característica de Chéjov es el movimiento pero ligado con tu mundo interno, tu imaginación con esto se puede crear una atmosfera intencionada que envuelva a las personas que lo ven la actuación, y para esto es muy importante que el intérprete esté conectado con su compañero con su mundo interior, para esto se debe aplicar muy bien la escucha para que después puedas conectar con la audiencia.
Como Chéjov era un romántico resaltaba la idea de que el actor es un artista no un maniquí que sigue indicaciones como un modelo inerte, el intérprete tiene el poder de crear la emoción para su personaje dentro del rango del que el personaje requiera, él lo plantea casi como una obligación de crear algo por sí mismo.
Es muy aplicable ya que al utilizar la imaginación es más beneficioso para la salud emocional del interprete, al ser recuerdos inventados no afectan a la persona cosa que es un poco más compleja con la memoria emocional si el actor se pasa puede buscar un momento de su pasado muy fuerte y ese sentimiento podría afectar al revivir algún trauma. Todo dependerá del actor y como quiera el afrontar la escena.
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